Solomillo al whisky

Ingredientes
- 1 solomillo de cerdo grande o 2 si son más pequeños.
- 6 dientes de ajo.
- 200 ml de whisky.
- 500 ml de caldo de pollo o de carne
- 2 cucharadas soperas de zumo de limón.
- 1 cucharada de postre de maicena
- Aceite de oliva, pimienta negra recién molida y sal.
- 4 patatas medianas.
- Aceite para freir
- Sal
Preparación: 60 min - Comensales: 4 - Tipo de comida: Principal
¡A cocinar!
Empezamos preparando las patatas fritas y te voy a ofrecer poder cocinarlas de forma clásica friéndolas o bien a horno que también quedan muy bien. Pélalas y córtalas en los típicos palitos con un cuchillo o mejor aún con ayuda de una mandolina. Pon las patatas a remojar en agua fría 5 minutos y enjuaga ese agua varias veces hasta que salga limpia, ya que así retiramos el almidón en gran parte y evitamos que se peguen después unas con otras. Escúrrelas y déjalas secar o bien acelera el proceso secándolas con papel de cocina.
Patatas «fritas» al horno: precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo y ventilador y ponlas en una bandeja de horno forrada con papel de horno junto con un par de cucharadas soperas de aceite y mézclalas bien. Distribúyelas para que no estén unas encima de otras y hornéalas 30 o 40 minutos o hasta que estén a tu gusto, moviéndolas cada 10 minutos para que se cocinen por todas partes. Mientras se hornean puedes preparar el resto de la receta.
Patatas fritas clásicas: cuando ya prácticamente tengas hecha la salsa al whisky será el momento de freír las patatas. Utiliza una sartén o freidora con abundante aceite que primero deberá llegar a 140ºC (si no tienes cómo medirlo, simplemente cuando eches una patata al aceite y éste burbujee pero no la dore nada) y en ese momento echa las patatas y cocínalas 5 minutos. Sácalas del aceite y sube la temperatura hasta 180ºC (el aceite estará muy caliente pero sin llegar a humear), vuelve a introducir las patatas y cocínalas 2-3 minutos o hasta que estén doradas a tu gusto. Pásalas a un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite. Una vez que tienes las patatas listas, échales sal.
Vamos con el solomillo al whisky. Retírale al solomillo la grasa que pueda llevar por la parte externa y córtalo en rodajas de entre 1 cm y 1,5 cm de grosor. Salpiméntalo por ambas caras. Lo ideal es que utilices una sartén en la que te pueda caber todo el solomillo en una tanda. Ponla a fuego medio-alto con un poco de aceite de oliva y cuando esté caliente pon en ella las rodajas de solomillo y no las muevas. Deja que se doren y cuando eso ocurra (suelen tardar 3-4 minutos) dales la vuelta y que se doren un poco por el otro lado. No te preocupes por el interior ya que solo queremos dorar un poco la carne, después terminará de cocinarse por completo. Retira a un plato aparte.
Machaca los ajos presionándolos con la hoja de un cuchillo grande o el mazo de un mortero para que se rompan y, con su piel y todo, cocínalos en la sartén (si es necesario añade un poco más de aceite) hasta que estén dorados por ambos lados. También hay quien los pela y los pica finitos, en ese caso yo utilizaría la mitad del ajo. Echa el whisky, pon el fuego fuerte y espera a que se evapore el alcohol, suele tardar unos 2-3 minutos. Añade el caldo junto con el zumo de limón y en cuanto hierva la mezcla baja el fuego para que esté suave pero que siga borboteando.
Si quieres espesar un poco la salsa, diluye la maicena en un poco de caldo o incluso agua y échala a la sartén cuando los líquidos estén hirviendo. Puedes ir adaptando la textura a tu gusto, ya que si en un momento dado ves que se ha espesado demasiado puedes añadir más caldo, y si por el contrario quieres que se espese más puedes añadir más maicena diluida. Recuerda que cuando las salsas espesadas así se enfrían un poco tienen a espesarse un poco más. Introduce las rodajas de solomillo en la salsa y cocínalo todo junto a fuego suave durante 1o minutos.
Prueba la salsa por si tienes que rectificarla de sal.